La casa tiene todas las comodidades necesarias para pasar unos días inolvidables en familia. Las habitaciones son espaciosas y cómodas, con un mobiliario nuevo y limpio. Destaca la terraza, perfecta para pasar tiempo en compañía y disfrutar de las vistas. El trato y la atención de Luis, el anfitrión, fue excelente, proporcionándonos toda la información que necesitábamos. Además, el hecho de que la casa haya pertenecido a Gustavo Adolfo Bécquer le da un valor añadido.

Me sentí bastante seguro, no me puedo quejar.

Una estancia maravillosa con vistas al río. Me sentí como en una película de ensueño, con un patio encantador para relajarme. Además, pude disfrutar de la conexión WiFi gratuita, ¡como si estuviera en mi propio hogar tecnológico!

Distancia al aeropuerto, alejado.

El hotel tiene todo lo necesario y las habitaciones son cómodas y espaciosas. La terraza y la barbacoa son geniales para disfrutar en compañía. La limpieza es excelente y el personal es amable y atento.

Nada de nada.

Me encantó tener acceso gratuito a WiFi, así pude mantenerme actualizada en todas mis redes sociales mientras disfrutaba del hermoso patio. Además, pude relajarme en el acogedor salón compartido. Qué gran experiencia.

Ah, las toallas en el lavadora, todos sabemos que el aire fresco de una mañana de vacaciones es justo lo que necesitan.

El entorno es increíble, perfecto para desconectar y disfrutar de la tranquilidad. El anfitrión es súper atento y nos dio excelentes recomendaciones. La casa conserva su encanto original pero con todas las comodidades modernas. Todo lo necesario para unas vacaciones inolvidables en familia. Vistas impresionantes, limpieza impecable, camas cómodas, y dos baños completos. Además, la casa cuenta con una amplia terraza con barbacoa y la decoración es encantadora. Destacar también la atención a la accesibilidad con una planta baja adaptada.

Casa espectacular, cuidada en detalle, terraza con cielo estrellado, desayuno con golondrinas, acogedor pueblo, mobiliario nuevo y limpio.

No hubo nada que no me gustase.

La decoración de la casa era encantadora, especialmente los muebles antiguos y el estilo rústico. Las áreas comunes eran espaciosas y acogedoras, ideales para relajarse y socializar con otros huéspedes. Además, el hotel era muy accesible para personas mayores, con rampas y pasillos amplios que facilitaban la movilidad.

Me hubiera gustado que hubiera más opciones de entretenimiento para personas mayores, como actividades recreativas o excursiones organizadas. Aunque los niños que trabajaban allí fueron amables y serviciales, no ofrecieron ninguna actividad específicamente diseñada para nosotros.

La casa tenía unas vistas impresionantes a los campos de cultivo y la terraza era muy espaciosa, ideal para relajarse después de un día de trabajo. Además, la cocina estaba bien equipada con una amplia variedad de utensilios y una cafetera express que me permitió disfrutar de un buen café por las mañanas. Por otro lado, la atención del anfitrión fue excelente, siempre dispuesto a ayudar y dándome buenos consejos sobre dónde comer y qué hacer en los alrededores del pueblo.

Las camas no eran muy cómodas, en especial la que me tocó a mí. Además, el horno de la cocina parecía antiguo y no tenía mucha confianza en su funcionamiento.